Preguntado por los fariseos, cuándo
había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El
reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí;
porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
(Luc
17:20-21 RV1960)
No debería
ser difícil de entender que en algunos pasajes del Nuevo Testamento (Nueva
Alianza) cuando se nos habla del reino de Dios se esté haciendo referencia al
mesías, ya que en la mente judía de aquellos tiempos la llegada del mesías era
la llegada del reino.
En este pasaje que acabo de citar parecía que alude directamente a la venida
del reino de Dios. Algunos entendidos creen que se refiere al reino manifestado
en una forma espiritual medio de ellos. Pero si notamos bien en los detalles,
las palabras de Jesús nos hace recordar a la profecía del mesías citada en el
rollo de Isaías
42:1-4 que se aplica a el señor Jesús Mat.12:17-21 citare pare del parte de lo dicho “No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá
en las calles su voz. La caña cascada no
quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el
juicio. (Mat 12:19-20 RV1960)” compare
con Luc.17:20,
21 “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o
helo allí”, claramente alude al señor que vendría sin decir que él es el rey
esperado, sin hacer barullo, ni gritar, sino que trabajaría en forma
silenciosa. Y esto es en contraste con los falsos mesías que aparecían después de
Jesús, gritando a los cuatros vientos que ellos eran el mesías y fueron causa
de la destrucción del templo de Dios, vea:
Mat 24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. (a los apostoles)
Mat
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y a muchos engañarán.
Mat 24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo,
o mirad, allí está, no lo creáis.
Mat
24:24 Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios, de tal manera que engañarán, si
fuere posible, aun a los escogidos.
Mat
24:25 Ya os lo he dicho
antes.
Mat
24:26 Así que,
si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está
en los aposentos, no lo creáis.
Mat
24:27 Porque como el
relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre.
Compare con Luc.17:22-25 donde los apóstoles hasta podrían ser tentados a
creer a los falsos cristos por su deseo de ver uno de los días del hijo del
hombre, ósea unos de los días donde el mesías sería un guerrero que los libraría
del imperio romano, como lo pensaban los fariseos.
Luc
17:22 Y dijo
a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del
Hijo del Hombre, y no lo veréis.
Luc 17:23 Y os dirán: Helo aquí,
o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.
Luc 17:24 Porque como el
relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro,
así también será el Hijo del Hombre en su día.
Luc 17:25 Pero primero es necesario que padezca mucho,
y sea desechado por esta generación.
PEQUEÑO REPASO
Jesús es sinónimo del reino de Dios, note como en los primeros versículos los
fariseos le preguntan por la llegada del reino (cristo) y la respuesta del
señor de que no vendría diciendo aquí estoy, allí estoy Luc.17:20, 21 en contraste de lo que se esperaba y pensaba y había
pasaría más adelante cuando apareció los falsos cristos Luc.17:22-24.
Aparte notemos que Jesús dijo: Luc.17:21 “porque he aquí el
reino de Dios está entre vosotros”, el que estaba en ese momento entre ellos era Jesús.
El verdadero mesías no vendría diciendo yo soy el cristo a los cuatro vientos
como lo había reiterado en varias ocasiones, sino que tendría el rechazo de la
gente de su generación “Luc 17:25 Pero
primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado
por esta generación.” Esto es parte del contexto sobre la pregunta y
respuesta del reino (cristo).
Mientras que los falsos cristos engañando con milagros y prodigios y llamando
la atención de muchos, nunca cumplirían las expectativas de mesías esperado,
como dice en: Luc.17:22
“Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre,
y no lo veréis”, porque tras ello vendría la destrucción repentina sobre
Jerusalém y el templo comparándolo analógicamente como cuando paso los días de Noé
y Lot.
Como fue en los
días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían,
bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el
día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Asimismo como sucedió en los días de Lot;
comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego
y azufre, y los destruyó a todos. Así
será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día,
el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el
que en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Todo el
que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Os
digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el
otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la
otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado. Y
respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? El les dijo: Donde estuviere el
cuerpo, allí se juntarán también las águilas. (Luc
17:26-37 RV1960)
Analícelo a la luz también de Mat.24, Mar.13 y Luc.21.
Bendiciones!!!
Estudio por: Malak David
Mail: malakdavid14@gmail.com